Cómo cuidar tus Esmeraldas
Las Esmeraldas son una de las gemas más hermosas, elegantes y valiosas que podemos tener. Cuando invertimos en una de estas bellas piedras preciosas lo hacemos esperando tener una joya para siempre. Las Esmeraldas, a pesar de ser gemas de alta dureza y durabilidad, no son inmunes a sufrir daños si reciben un trato inapropiado. Por esta razón hoy te queremos dar algunos tips importantes para que aprendas a cuidar tus Esmeraldas, ayudándote a conservar su brillo y belleza siempre óptimos.
1. ¡Cuidado con los golpes!
Lo primero que debes tener en cuenta al momento de adquirir una Esmeralda es su potencial fragilidad; muchas Esmeraldas tienen inclusiones y grietas internas que las pueden poner en riesgo que quebrarse o sufrir daños irreparables si reciben un impacto fuerte. No se recomienda que uses esta gema cuando realices actividades físicas que las puedan exponer a posibles golpes ¡Nunca las uses al hacer deporte o al realizar las tareas del hogar! Y si, incluso tus hermosas Esmeraldas Colombianas, reconocidas por su alta pureza y calidad superior, deben ser tratadas con especial cuidado.
2. Evita el calor
Si deseas conservar el color y textura de tu gema intactas, evita siempre exponerla a altas temperaturas. No las sumerjas en agua caliente (¡No la lleves contigo a la ducha!) evita largos periodos de exposición a la luz solar y nunca la sometas a una limpieza ultrasónica o de vapor, estas altas temperaturas pueden agrietar tu Esmeralda.
3. Cero químicos cerca a tu Esmeralda
Mantén tu Esmeralda alejada de productos químicos y abrasivos. Evita usarla en la piscina y no la expongas a sustancias como perfumes, cremas, alcohol, detergente, acetona o ácido ¡Incluso los productos creados especialmente para limpiar joyas pueden llegar a afectar tu Esmeralda!
4. Evita los roces
Nadie quiere despertarse un día para descubrir que su hermosa Esmeralda ha sido rayada. Sobre todo cuando esto es algo fácilmente prevenible. Guarda siempre tus Esmeraldas separadas de otras gemas para evitar rayones debido al roce entre estas. Como precaución extra, la cual no sobra cuando de proteger nuestras piedras preciosas se trata, envuelve tus joyas con Esmeraldas en un paño suave y nunca duermas con ellas puestas.
5. Limpieza de tu Esmeralda
Ya sabemos que debemos evitar las altas temperaturas y los químicos para preservar nuestras Esmeraldas, entonces ¿Cómo debemos limpiarlas? Lo más recomendado es usar un jabón suave y un paño delicado. Frota con cuidado para remover cualquier suciedad que observes y enjuaga usando agua fría, no necesitas dejar tu Esmeralda remojando y tampoco debes limpiarla demasiado seguido. Además de esto, como una recomendación extra, te recordamos que puedes llevar tu Esmeralda al joyero al menos una vez cada dos años para un mantenimiento y una limpieza profesional.
Una Esmeralda puede ser mucho más que solo una gema valiosa, puede representar una promesa de amor inquebrantable o estar ligada a un recuerdo especial que quieres tener presente por siempre. Por eso nunca está demás que le brindemos un trato especial. Saber cómo cuidar tus Esmeraldas adecuadamente te ayudará a mantenerlas intactas por muchísimo tiempo.